miércoles, 31 de agosto de 2011

La Iglesia, la evolución normal del conocimiento y la ciencia. Una pelea cazada.

La Edad Media es el periodo de la historia europea que transcurrió desde la desintegración del Imperio Romano de Occidente, en el siglo V, hasta el siglo XV. Su comienzo se sitúa tradicionalmente en el año 476 con la caída del Imperio Romano de Occidente y su fin en, tal vez en 1492 con el “descubrimiento de América”, o en 1453 con la caída del Imperio Bizantino, fecha que coincide con la invención de la imprenta (Biblia de Gutenberg). De gran importancia el papel de la iglesia en la vida de “todo” hombre de bien, durante este milenio de “oscuridad” (atraso en ciencia).

Algunas características. La iglesia acompañaba al hombre durante toda su vida. Por medio del sacramento del bautismo el niño se convertía en cristiano y recibía un nombre cristiano (del latín, arameo o griego, referido en las escrituras). Por medio de la confirmación, el bautizado era recibido definitivamente en la Iglesia. La confesión y penitencia absolvían al mortal de sus pecados. La Iglesia disponía de una fuerte organización centralizada que constituyó la principal fuerza unificadora durante la Edad Media. Bajo la dirección de la Iglesia, la cristiandad o República cristiana se comprendió como unidad. La Iglesia ejerció numerosas funciones propias del gobierno civil y tuvo decisiva influencia sobre todo el desarrollo social y cultural. La Iglesia poseyó también un enorme poder material, ya que tenía el derecho al diezmo, la décima parte que cada uno debía pagar de sus entradas a la Iglesia y, además, recibió grandes donaciones de tierras y por la venta de indulgencias. Además de lo anterior se encargo de “adaptar” discursos elaborados por filósofos en la antigüedad, como el geocentrismo, para hacerlo caber en los discursos propios de la cristiandad “manipulando” discursos del mundo conocido y de las relaciones con los demás (la sagrada trinidad, etc.).

Pero la historia dio un giro drástico en el siglo XVI como resultado de las aportaciones del investigador y astrónomo polaco Nicolás Copérnico a los discursos regentes en aquel entonces. Copérnico comprendió que no se podía entender el movimiento de los objetos celestes con la tesis según la cual la Tierra está en el centro del Universo y el Sol y los demás objetos celestes giran a su alrededor, comprendió que para entender el movimiento de los objetos celestes era necesario cambiar la relación poniendo al Sol en el centro y suponiendo que es la Tierra la que gira a su alrededor. En su obra Sobre las revoluciones de los cuerpos celestes (1543), había analizado críticamente la teoría de Tolomeo (Griego del siglo II d.c.), de un universo geocéntrico y mostrado que los movimientos planetarios se podían explicar mejor atribuyendo una posición central al Sol. No se prestó mucha atención al sistema de Copérnico, o sistema heliocéntrico, hasta que Galileo descubrió pruebas para defenderlo. Gran admirador secreto de la obra de Copérnico, Galileo vio su oportunidad de probar la teoría copernicana sobre el movimiento de la Tierra cuando se inventó el telescopio en Holanda. Sus intentos de difundir este sistema le llevaron ante un tribunal eclesiástico.

Galileo y la Inquisición

Aunque se le obligó a renegar de sus creencias y de sus escritos, esta teoría no pudo ser suprimida, cambiando un paradigma para la humanidad del siglo XVI, desestabilizando todas las lecturas que se habían generado a partir de la religión, que explicaban la razón de ser del hombre en la tierra, sus orígenes y quien era el hombre ante todo. Esto generó inestabilidad en el mundo conocido, desconfianza en las verdades reveladas y se cuestionó el papel de la iglesia en la formación del hombre occidental.

De la lectura anterior ¿Qué podemos hacer para legitimar un conocimiento y tenerlo como valido o verdadero, por ejemplo en ciencias naturales, específicamente en Biología? Es decir ¿Cómo sabemos que el coleóptero es realmente un coleóptero y no un heteróptero? O la célula es una célula y no otra cosa… ¿Cómo saben ustedes que lo que estudian (biología o pedagogía) es “verdadero o cierto” y no es una “mentira o una ficción que cambiará con un evento imprevisto en la historia (como le paso a la iglesia con las lecturas hechas por los Copernico o Galileo en el siglo XVI?

martes, 23 de agosto de 2011

Educación: una mirada cultural


En palabras de Durkheim (1975), se define la educación en términos de socialización: “... Llegamos, por lo tanto, a la fórmula siguiente: La educación es la acción ejercida por las generaciones adultas sobre aquellas que no han alcanzado todavía el grado de madurez necesario para la vida social. Tiene por objeto el suscitar y desarrollar en el niño un cierto número de estados físicos, intelectuales y morales que exigen de él tanto la sociedad política en su conjunto como el medio ambiente específico al que está especialmente destinado. Y continúa. “…la CULTURA se encuentra, por así decirlo, a cada nueva generación, en presencia de una tabla casi rasa sobre la que se ve obligada a edificar partiendo de cero. Es preciso que, por las vías más rápidas, al ser egoísta y asocial que acaba de nacer, superponga otro capaz de llevar una vida social y moral. En pocas palabras, ésta es la misión de la educación y pueden ustedes percatarse de toda su grandeza. No se limita a desarrollar el organismo individual en el sentido señalado por la naturaleza, a poner de manifiesto fuerzas recónditas que no pedían más que revelarse. Crea en el hombre un ser nuevo y éste está hecho de todo lo que de mejor hay en nosotros, de todo cuanto presta valor y dignidad a la vida. Esa virtud creadora es, por demás, un privilegio especial inherente a la educación humana. 

En el mismo sentido, desde una visión compartida de la antropología y de la sociología, podemos afirmar, retomando a Caballi (2007), que la cultura corresponde con la acumulación de conocimientos y de innovaciones, hecha posible por el uso del lenguaje, (como punto de partida). A partir de este hecho se hace posible dimensionar un estudio del pasado que nos ayuda a comprender el presente y el futuro. La acumulación global de conocimientos y de innovaciones derivados de la suma de las contribuciones individuales transmitidas de generación en generación y difundidas en el grupo social, que influye y cambia continuamente las formas de vivir. Este desarrollo ha sido posible gracias a la capacidad de comunicación entre los individuos que se debe a la maduración del lenguaje. El aprendizaje de la cultura es un fenómeno de transmisión cultural.

De esta forma, desde que el hombre Neandertal y Cromañón en la expansión neolítica, configuraron las primeras “lenguas” indoeuropeas y los indoeuropeos, hasta nuestros desarrollos culturales más recientes, surge una necesidad por configurar, a partir del lenguaje, toda una serie de “relaciones” de liderazgo de los grupos nómadas, sobre el conocimiento importante para la supervivencia: recolección de alimentos, la caza, el manejo del fuego; primitivas formas de utensilios, manipulación del fuego, etc. Desde este punto hasta la evolución Cultural, los grupos humanos trascendieron hasta desarrollar nuevas prácticas culturales para ser reconocidos como Sedentarios, con prácticas culturales tales como: agricultura, domesticación de especies útiles, construcción de refugios aptos para el resguardo, etc. Somos seres históricos, acumuladores de conocimientos que pretendemos son importantes y los transmitimos a las nuevas generaciones porque de hecho, si dejamos de hacerlo, la civilización dejaría de existir en el plazo de dos generaciones o más.
¿Por qué creen ustedes que La cultura Espartana presentó tantas diferencias con la cultura Griega en Materia de formación del ciudadano? ¿El predominio de una cultura sobre la otra significaría acaso la extinción del acervo cultural de la otra?
Como futuros profesionales y hablando en materia educativa ¿Qué conocimientos consideran importantes para ser transmitidos a las nuevas generaciones? Tanto en el plano pedagógico y en el plano disciplinar.

martes, 16 de agosto de 2011

Educación ¿Cuál Educación?


Notas sueltas sobre educación:



A continuación encontrará una nota suelta sobre dos visiones de lo que significa aprendizaje y educación. Una vez realizada la lectura, comente: Qué impresiones les deja el texto, ¿De qué depende aquello que se enseña y aquello que se aprende? ¿De quién depende eso que se considera importante de ser enseñado y aprendido o en el colegio o en la Universidad?  

"Franklin escribió: durante la firma del Tratado de Lancaster, en Pensilvania, el año 1744, entre el Gobierno de Virginia y las Seis Naciones, los comisionados de Virginia hicieron saber a los indios que existía en Williamsburg un colegio provisto de fondos para la educación de la juventud india, y que si los jefes de las Seis Naciones enviaban media docena de sus hijos a ese colegio, el gobierno se encargaría de que recibieran todo lo necesario y de que fueran instruidos en todo el aprendizaje de la gente blanca.



El portavoz indígena respondió: sabemos que vosotros estimáis en alto grado el tipo de aprendizaje que se enseña en esos colegios, y que el mantenimiento de nuestros jóvenes durante el tiempo que estuvieran entre vosotros os resultarla costosísimo. Nosotros estamos convencidos, por lo tanto, de que mediante vuestra propensión deseáis hacernos bien y os lo agradecemos de todo corazón.



Pero vosotros, que sois sabios, debéis saber que naciones diferentes tienen conceptos diferentes de las cosas, y por tanto no tomaréis por impropio el que nuestras ideas acerca de ese tipo de educación no sean las mismas que las vuestras. Hemos tenido una buena experiencia de ello; varios de nuestros jóvenes se educaron formalmente en los colegios de las provincias norteñas; se les instruyó en todas vuestras ciencias, pero cuando volvieron a nosotros, eran malos corredores, ignoraban todos los medios de vivir en los bosques, eran incapaces de soportar ya fuera el frío o el hambre, desconocían el modo de construir una choza o cómo atrapar a un venado o cómo matar a un enemigo; hablaban nuestra lengua con imperfección, y no estaban preparados para ser cazadores ni guerreros, ni consejeros; en definitiva, que no servían absolutamente para nada. Sin embargo, no nos sentimos menos obligados por vuestro generoso ofrecimiento, aunque declinamos aceptarlo, y para demostraros nuestra gratitud por el mismo, si los caballeros de Virginia nos envían una docena de sus hijos, nosotros cuidaremos de su educación, les instruiremos en todo cuanto sabemos y haremos de ellos hombres".  (Reimer, E. La escuela ha muerto, pp. 59-60.)

<<Siempre que enseñes, enseña a la vez a dudar de lo que enseñes>> Ortega y Gasset.